Marvâo, un pueblo en las alturas

Marvâo



Hace menos de un mes de camino hacía Málaga atravesamos Portugal, país por el que sentimos una  especial debilidad, así que siguiendo nuestra costumbre de no seguir las lineas rectas, nos dimos una vuelta por el Alentejo, lugar  al que cuanto más voy, más me gusta. Todo lo que conozco de esta zona de Portugal es siempre de paso,  y lo cierto, es que se merece un viaje per se,  porque es sumamente bonito y con una historia fascinante, pero mientras ese viaje llega, compartimos con vosotros la belleza de algunos de sus pueblos y hoy os hablaremos de uno de lo más hermosos.


Marvâo

 Marvâo,  es un pueblo  fortificado, encaramado en el alto de una roca  con la que casi se confunde, por eso también se la conoce como "el nido de las águilas".


Castillo de Marvâo


 Sobre esta atalaya y dentro de un recinto totalmente amurallado,  se encuentra situado un precioso pueblo    con unas vistas impresionantes que como dijo Saramago, "desde Marvâo se ve todo".

Castillo de Marvâo


Rincones de Marvâo

Y si, se ve todo y  se ve inmenso, desde aquí  se avistan la sierras da Estrela y de la Gardunha,  la de Sâo Mamede, el bonito pueblo de Castelo de Vide (que también visitamos y del que ya os hablaremos) y un poco más allá al este,  España...  lo único pequeño que tenemos a nuestros pies es el pueblo de Marvao,  con sus casas encaladas, hermoso y acogedor.
 Cuando uno traspasa la puerta de  su muralla y empieza a caminar por sus estrechas callejuelas, con casitas de puertas ojivales,  graciosas ventanas y  tejados con  pintorescas chemineas, tiene la impresión de que aquí  el tiempo se ha detenido... y en parte así ha sido.

Calle de Marvâo

Marvâo debe su nombre a ibn Marwan con un alias muy familiar "el hijo del gallego" o "el gallego" era líder de un movimiento sufí de Al-Andalus que dominó el Guadiana Bajo y Medio y el sur del actual Portugal. Más tarde fue conquistado por D. Alfonso Henriques en 1166 y posteriormente por D. Dinis que reedifica la fortaleza en el siglo XIII, como parte de la cadena de plazas fuertes fronterizas con Castilla.

Marvâo

En el siglo XVI llegó a tener 1.500 habitantes, pero desde entonces, solo el turismo parece haber impedido su total despoblamiento (en el 2011 tenía algo menos de 400), quizá por eso podemos disfrutar de un autentico pueblo del pasado.
Ha presentado su candidatura para ser declarado Patrimonio de la Humanidad... se lo merece y lo conseguirá más pronto que tarde... al tiempo!

Castillo de Marvâo


En lo más alto del pueblo encontramos el castillo, al que se acede subiendo por cualquiera de sus empinadas callejuelas, es una imponente fortaleza adaptada a un espolón del cerro, con unas vistas insuperables.

Castillo de Marvâo











Cisterna de Marvâo

Tiene una interesante torre cuadrada del homenaje y también
en  su interior se encuentra la gran cisterna, imprescindible para resistir los largos asedios, dado la inexistencia de agua en este lugar, esta  cubierta por una bóveda de cañón apuntado, reforzado por 10 arcos fajones.
El recinto es sumamente interesante y de considerable tamaño.

Jardines del castillo de Marvâo

Y claro... estando en Portugal, no puede faltar  un bello y cuidado jardín.

Muralla de Marvâo




Es un pueblo para pasear con calma,   disfrutando de sus pintorescos rincones, descubriendo sus iglesias y monumentos, a Praça do Pelourinho con los antiguos paços do concehlo, tribunal y cárcel y por supuesto  recorrer su muralla... una verdadera gozada para los sentidos!

Praça do Pelourinho


Rincones de Marvâo


vistas desde las murallas


Marvâo, un pueblo en las alturas


Marvâo, un pueblo en las alturas



Puerta del Palacio de Marvâo


Jardines de Marvâo


En algún lugar he leído que aquí hay unos bellos amaneceres y atardeceres... así que volveremos para verlos!

Y en unos día volvemos con otra crónica viajera... sed todo lo felices que podáis!




Fuentes:
La esencia de Portugal sur de Anaya Turing
Portugal guía total de Anaya Touring club


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